Miedo...

¿Cómo es posible que mi amor el conocimiento me genere este malestar?

Criatura que se adolece ante la prueba, sus contorsiones desde la cabeza hasta la planta de los pies:

fiebre.

¿Por qué tengo miedo a realizar la prueba?

Yo he sido mi peor juez, el más severo, el implacable.

¿Cuáles figuras introyecté, cuál imago me comí?


Tengo miedo.


Miedo de no ser el adecuado, el elegido, al que al fin le ha tocado su turno.


Mi corazón de pulpo,
en su oquedad, haciéndose un lugar entre su montón de desperdicios. Huir luego,

periódicamente.


Conmoción para terminar con este juego de evasiones: Estoy paralizado.


Ninguna carga tan punzante como ésta.

De verdad me duele, duele.


Esto tiene que acabar. Pero falta calor. A pesar del frío
San Jorge se hará uno con su dragón.

Espero reírme de esto pronto,

cuando llegue el calor.