Aún tengo miedo de mí, miedo de fugarme con facilidad, miedo de hundirme en mi reino imaginario y perder los vinculos con la intemperie.
El clima tiene su belleza: cambia, es impredescible. Me ha tomado tanto tiempo salir a paladear los elementos... que fácil se entra a los caparazones, muy díficil resistir la tentación de su comodidad, de su calor macerado con saber almizcle...
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