20/8/10

El hombre que amo...

Y tus largas manos acariciando el tiempo de la espera, tu voz apagada, casi inocente... Y esa voz, la del gramófono, desgranándose en ternura, en ansiedad y euforia... y yo aquí, esperando que me ames, esperando la dulce caricia de las puntas de tus dedos, mientras agito éstas, mis inútiles manos, haciéndole señas a nadie en el medio de la noche... (2009).

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